A mi nadie me escribe cosas bonitas, y si lo hacen, bueno, es la persona que no quisiera que sea. A mi no me quieren, y si me quieren, es la persona que no quisiera que me quiera.
Yo no escribo bonito y no quiero hacerlo.
Yo canto a las nubes y a aquellos que viven en mi mente por un momento, a mis recuerdos, porque son ellos los que no me juzgan, porque entre nosotros nos aceptamos como somos y es que no podemos cambiarnos por más que quisieramos.
Yo no tomo la mano de nadie, y si intentan tomarla la suelto, porque mi seguridad esta en mi misma, aunque muy en el fondo esa sea mi gran muestra de pavor e intolerancia.
Es extraño porque cuando quería ser querida, nadie lo hacia, ahora que he aprendido a vivir conmigo misma, muchos me admiran y desean tener a una chica así a su lado, pero yo, yo no necesito a ninguno de ellos.
Los chicos dicen buscar a una chica segura de sí mismas, con determinación, sin miedo a decir lo que piensan, en sí, una lider; pero, cuando la encuentran, solo sienten admiración y al mismo tiempo temor, porque saben que son innecesarios en la vida de ella, porque saben que son indomables y más que verla como alguien para amar, la ven como una nueva tierra que conquistar y luego de alcanzarlo, solo suma a uno más de sus tantos logros.
Yo no espero dormir enroscada en los brazos de alguien sintiendo su fuego, yo aprendí a hacer una fogata.
Yo no espero morir habiendo vivido plenamente porque para mí es suficiente con lo poco que pueda vivir, porque es de ahí de donde yo aprendo.
Me gusta pensar en que pasará cada día y terminarlo pensando en si mis predicciones fueron buenas o no.
Me gusta ser perversa porque así no guardo ni mi parte más sexual ante nadie y aún así, mis amigos me quieren así, libre y desubicada a veces.
Me gusta buscar lo bello incluso en lo feo, porque todo tiene algo bonito, algo precioso.
Yo sueño con ser mejor en lo que me gusta y así ayudar a todos, a todos los que pueda.
Me gusta analizar las actitudes de aquellos que quieren pasarse de listos conmigo pues de mí nada bueno pueden sacar más que una opinión sincera y directa, que a veces duele pero es verdad.
Yo sigo siendo una niñita torpe, me falta mucho por madurar y por aprender, no he saboreado el fondo del abismo, aún no he saltado del morro sin pensarlo, aún me falta mucho por vivir y aunque la edad no determine la experiencia, a veces pienso "Si ha sido tan duro llegar hasta aquí, no sé qué me pueda esperar al final".
Yo no escribo bonito y no quiero hacerlo.
Yo canto a las nubes y a aquellos que viven en mi mente por un momento, a mis recuerdos, porque son ellos los que no me juzgan, porque entre nosotros nos aceptamos como somos y es que no podemos cambiarnos por más que quisieramos.
Yo no tomo la mano de nadie, y si intentan tomarla la suelto, porque mi seguridad esta en mi misma, aunque muy en el fondo esa sea mi gran muestra de pavor e intolerancia.
Es extraño porque cuando quería ser querida, nadie lo hacia, ahora que he aprendido a vivir conmigo misma, muchos me admiran y desean tener a una chica así a su lado, pero yo, yo no necesito a ninguno de ellos.
Los chicos dicen buscar a una chica segura de sí mismas, con determinación, sin miedo a decir lo que piensan, en sí, una lider; pero, cuando la encuentran, solo sienten admiración y al mismo tiempo temor, porque saben que son innecesarios en la vida de ella, porque saben que son indomables y más que verla como alguien para amar, la ven como una nueva tierra que conquistar y luego de alcanzarlo, solo suma a uno más de sus tantos logros.
Yo no espero dormir enroscada en los brazos de alguien sintiendo su fuego, yo aprendí a hacer una fogata.
Yo no espero morir habiendo vivido plenamente porque para mí es suficiente con lo poco que pueda vivir, porque es de ahí de donde yo aprendo.
Me gusta pensar en que pasará cada día y terminarlo pensando en si mis predicciones fueron buenas o no.
Me gusta ser perversa porque así no guardo ni mi parte más sexual ante nadie y aún así, mis amigos me quieren así, libre y desubicada a veces.
Me gusta buscar lo bello incluso en lo feo, porque todo tiene algo bonito, algo precioso.
Yo sueño con ser mejor en lo que me gusta y así ayudar a todos, a todos los que pueda.
Me gusta analizar las actitudes de aquellos que quieren pasarse de listos conmigo pues de mí nada bueno pueden sacar más que una opinión sincera y directa, que a veces duele pero es verdad.
Yo sigo siendo una niñita torpe, me falta mucho por madurar y por aprender, no he saboreado el fondo del abismo, aún no he saltado del morro sin pensarlo, aún me falta mucho por vivir y aunque la edad no determine la experiencia, a veces pienso "Si ha sido tan duro llegar hasta aquí, no sé qué me pueda esperar al final".
Jossemece.
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