Ir al contenido principal

Razones por las que no te quiero.

Pensabas que me tenías, que daba todo por ti, que estaba idiotizada por tu forma de ser conmigo? Te equivocaste querido, te conozco como la palma de mi mano y sé tu forma de actuar con las chicas, tu actitud de patán y soberbio sobre cómo atrapar a las mujeres y hacerte el enamorado así que si creías que te estaba amando, lamento decirte que sé jugar el mismo juego que tú e incluso, sé cada técnica que sueles usar.

Ahora, debido a todo lo ocurrido te diré las razones por las cuales no te quiero y si lo estuve empezando a hacer, ya no.


  1. Eres demasiado bueno para pintarles ilusiones a las mujeres en la mente, haces que crean que en ti hay escondido un romántico sincero y dispuesto chico a amar y entregarlo todo cuando  solo usas esos versos para no sentirte solo.
  2. Buscas que las chicas te quieran porque sabes que tú no te puedes querer.
  3. Te crees la última Coca Cola del desierto. Si te dedico mi tiempo es porque te lo quiero dar no porque no tenga a nadie más.
  4. Cuando tienes a las chicas enamoradas de ti, siempre, de alguna forma, encuentras como cagarla.
  5. Sigues sin superar a aquella chica que ni siquiera te recuerda, de hecho, no le importa si sigues vivo o no.
  6. Crees que mereces todo lo mejor y que una deba estar disponible cuando a ti se te ocurra.
  7. Faltas a las citas.
  8. Quieres que una este dispuesta a escucharte después de la forma tan horrible en la que tratas.
  9.  No eres tan guapo como crees ni tan inteligente como presumes, al menos, no más que yo, posiblemente igual, solo que prefiero creer en la teoría de las inteligencias múltiples.
  10. Me hablas cuando andas aburrido y necesitas una compañía. 
  11. Me sigues hablando de tu larga lista de ex y esperas que te aconseje sobre tu repugnante soledad.
  12. No entiendes que no toda chica que se te acerca es porque quiere ser tu pareja.
Ya lo sabes, no eres el hombre de mis sueños, no creas que estoy muerta por ti como hace 5 años, ya no.

Mientras tú me hablas cuando la extrañas o necesitas sentirte admirado por alguien, yo tengo amigos a quienes si les importo y me valoran de verdad, con quienes puedo hablar de diversos temas, entretenidos, controversiales, ilógicos, etc. Podría tener novio pero a diferencia tuya, sigo prefiriendo estar sola, porque no intento llenar vacíos, si quiero a alguien es porque sé que puedo estar sola y vivir así, solo que elijo vivirla al lado de alguien más, que si por alguna razón se va, estaré bien, como lo estuve desde antes que llegue.

 Existen chicos mejores que tú, capaces de mostrar lo grandiosos que son sin necesidad de hacer sentir inferior a la otra persona, capaces de entender otros puntos de vista y amar esas diferencias. Que en lugar de mirar mis defectos y compararlos con tus virtudes, logran admirar como intentas cambiar esos errores y están ahí, a tu lado, física o espiritualmente para darte ánimos y escucharte cuando te sientas vencido, para contarte sus dones y halagar eso que admiras de ellos. Y sí, por un momento te quise,  pero sabía a lo que me estaba metiendo, quería jugar contigo un rato y, tal vez, por última vez, arriesgarlo todo por ti  si es que te amaba nuevamente, pero como es que a pesar de los años no cambias, sigues siendo tú.



 Y sí, esto va dedicado para ti, la última vez que me tomo el tiempo de escribirte algo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

TABLA PERIÓDICA (1: Historia)

HISTORIA: Desde sus inicios, se ha tratado de organizar los elementos químicos, con el fin de facilitar su estudio y para ello buscaron características similares entre ellas.  El primero que intentó agrupar los elementos fue   DÖBEREINER (1817) con las famosas TRIADAS. Él, agrupó a los elementos en  grupos de 3 teniendo propiedades químicas similares. Döbereiner hizo que la suma de los elementos de los extremos sea aproximadamente la del centro. Posteriormente en 1862,   CHANCURTOIS diseñó el TORNILLO TELÚRICO , en él, ordenó los elementos según su peso atómico el cuál aumentaba sobre una curva de forma espiral en donde al trazar una vertical en los elementos, encontrábamos propiedades semejantes entre ellos. http://html.rincondelvago.com/000286860.png LEY DE LAS OCTAVAS DE NEWLANDS (1864)  Ordenó los elementos en grupos de 7 en el que el 8vo tenia una propiedad química parecida al primero del anterior grupo. http://www.ecured.cu/images/thumb/6/6b/L

El Lobo y la Coneja

Había una vez una coneja, una coneja muy extraña, una coneja muy sensible y a la vez muy arrebatada. Había una vez un lobo, uno muy incoherente, esos que son solitarios y a la vez hambrientos de compañía. Había una vez una coneja con orejas azules. Una coneja muy directa y muy sociable, esas que no callan nada y a veces hablan sin pensar.  Había una vez un lobo con ojitos café, dispuesto a arrasar con todas aquellas que le ofrezcan un trozo de amor o amistad, tan capaz de decir las cosas frente a ti sin embargo, siempre estaba dispuesto a ayudar a quien lo necesite. Había una vez una coneja, que contra todo pronóstico, se enamoró del lobo y así, andaban juntos en el bosque aunque los animalitos los miraran con extrañes. Había una vez una coneja y un lobo que discutían por sus diferencias, como si pudieran hacer algo al respecto. ¿Porqué no tienes pelaje blanco? Tienes que tener pelaje blanco! Decía la coneja. ¿Porqué no comes carne? Tienes que comer carne! Exclamaba el lobo. Que

Última carta de Werther para Carlota.

"Esta es la última vez que abro los ojos; la última, ¡ay de mí! Ya no volverán a ver la luz del sol; estarán cubiertos por una niebla densa y sombría. ¡Si, viste de luto, naturaleza! Tu hijo, tu amigo, tu amante se acerca a su fin. ¡Ah, Carlota! es  una cosa que no se parece a nada y que sólo puede compararse con las percepciones confusas de un sueño, al decirse:"¡Esta mañana es la última!" Carlota, apenas puedo yo darme cuenta del sentido de esta palabra: "¡La última!" Yo veo, que ahora tengo la plenitud de mis fuerzas, mañana rígido y sin vida estaré sobre la tierra. ¡Morir! ¿Qué significa eso? Ya lo ves; los hombres soñamos siempre hablando de la muerte. He visto morir a mucha gente; pero somos tan pobres de inteligencia, que no sabemos nada del principio ni del fin de la vida. En este momento todavía soy mío...todavía soy tuyo, si, tuyo, querida Carlota; y dentro de poco..., ¡separados..., desunidos quizá para siempre! ¡No, Carlota, no! ¿Cómo puedo dejar d